¿Cuántas veces tuviste este interrogante?
Esta es una de esas preguntas que cuando la oyes, parece de respuesta fácil. Pero que, cuando lo analizamos y de verdad queremos saber cuánto vale el trabajo de nuestra marca personal, confirmamos todo lo contrario. En este aspecto te hablo desde mi propia experiencia, y para hacerlo me remonto años atrás cuando me pedían una cotización para una conferencia o consultoría. Recuerdo que daba los valores de manera insegura y con múltiples rodeos. Pensando en algunas ocasiones ¿Será caro o barato lo que pedí? Lo peor de todo, sin darle la valoración propia que requería y merecía.
Determinar el precio de un producto va más allá de aplicar una fórmula matemática. En la universidad nos dicen que, para definir dicho valor, simplemente teníamos que saber el costo del producto, y definir la rentabilidad. Pero realmente la situación va más allá de esta fórmula o cualquiera de la de costos que querás indicar.
¿Será importante conocer los costos del trabajo de tu marca personal?
No es que no sea vital conocer tus costos, rentabilidad, y cada una de las variables de la producción de un bien o servicio. No solo sería necio, sino que también entraríamos en los caminos de la ingenuidad. Lo que deberíamos entender realmente, son las reglas y parámetros adicionales que intervienen, con el fin de generar un giro absolutamente necesario. No solo a tus negocios, sino a tú vida en general.
Volviendo a la universidad, puedo decirte que, no recuerdo en ningún instante, la enseñanza, para aprender a valorar mi trabajo, ni el de los demás. Todo se quedó en formulas planas o en inentendibles archivos de Excel.
VTP = VTA ¿La primera fórmula para saber cuánto cuesta el trabajo de tu marca personal?
Vamos a empezar conociendo una formulación adicional, la cual es: VTP = VTA. Donde; VTP es Valoración Del Trabajo Propio, es igual a, Valoración Del Trabajo Ajeno. Es absolutamente oportuno decirte que la fórmula aplica para los negocios con pagos económicos, como para los canjes en trabajos colaborativos. Estos últimos, cada vez más frecuentes en este mundo maravilloso del emprendimiento y de los Millennials.
Encuentra en este vídeo una lista de reproducción con el decálogo de valores del emprendedor con marca personal.
Como mi precepto de vida, es el de enseñar con el ejemplo, te quiero invitar para que por favor hagas lo mismo. Que el primer ejercicio que hagamos sea, el de empezar por valorar el trabajo de los demás. Entonces, te invito a conocer dicho trabajo en profundidad, a entender cómo ha llegado, hasta donde está y cuanto le ha costado. A no aprovechar tu posible mejor posición de negociación, para pasar por encima de los demás. Evitando el grave error de pensar que, las cosas tienen un valor en tus manos, y otro mucho menor en la de otras personas.
¿No estás cansado de hacer favorcitos…?
Acto seguido debemos erradicar el concepto de pedir o brindar consejitos, diseñitos, consulticas, pinturitas, foticos, favorcitos. Porqué de entrada, ya se está menospreciando el trabajo de tu interlocutor o, lo están haciendo con el tuyo. Entonces, paguemos lo justo, y en los tiempos acordados, para que los demás hagan lo mismo con vos. Ya sea por la consulta con el abogado, el diagnóstico del médico, la revisión del odontólogo, el ojo mágico del fotógrafo, el asesoramiento del consultor. De igual forma, la terapia del psicólogo, el outfit del personal shopper, la revisión del mecánico automotriz, el desarrollo de una web, etc. No olvides que llegamos a los tiempos del P2P (People to people), es decir donde personas compran personas, y las reglas del juego han cambiado.
Como plus te voy a aconsejar, nunca responder a una propuesta con un <No, pero eso me lo hacen a mí por mucho menos…>. Si vez que da para negociar éticamente, hazlo; de no ser así, agradece el tiempo, e indica directamente que no va a haber negociación. Evitando crear falsas expectativas o engaños, y que tu palabra quede en duda. Ya que, a la mayoría de las personas, no les molesta, no ser contratados, sino que no les den la cara para decírselo.
Pero ¿Cuánto cuesta nuestro trabajo de marca personal?
Hablando de nuestro propio trabajo y partiendo que ya aprendimos a respetar el de los demás, será fundamental darle el precio y el valor correcto. Analizando de manera estratégica los costos que este ha conllevado a través del tiempo y la rentabilidad que esperas.
Piensa en todo, y no cometas el error que alguna vez hice ver a un desarrollador web. Me contaba muy feliz el cierre de un negocio, cobrando algo cercano a los U$250 dólares estadounidenses y que, según él, eran una utilidad neta. La razón de su aseveración era que, lo haría desde su casa y supuestamente no incurriría en costos.
Lo primero que le pregunte fue ¿Cuántas horas te vas a tardar haciendo este desarrollo web? Su respuesta inmediata vino así ¡Tan solo 40 horas! La situación se complicó cuando le preguntaba por el valor de cada una de esas horas… ahí la respuesta tardo mucho en llegar. Entre dientes después de unos minutos la respuesta fue, creo que U$25, por lo que me dicen unos compañeros de la universidad. En ese preciso instante, le hice la multiplicación y le demostré que el valor de producción era U$1.000. Entonces de entrada, no se estaba ganando lo que había dicho, sino que estaba perdiendo U$750. Cuando le hice sumar los servicios públicos, la depreciación de su computadora y otros ítems, se dio cuenta de la magnitud de su error.
¡Que los demás no valoren lo que hacen, no te da el derecho de hacer lo mismo!
Entiende que el cliente NO siempre tiene la razón, así que, nunca permitas que el mercado abuse de tu necesidad. Aún a sabiendas que, las facturas, el arriendo, la alimentación y los compromisos no se pagan solos. Pero en algunas ocasiones es bueno esperar un poco, para recibir lo que te realmente te mereces. Hacerlo, acercará a tu vida dos beneficios adicionales; el primero, te dejará posicionado en ese valor para futuras negociaciones. El segundo, impedirá con lo anterior que, el irrespeto y el abuso, se hagan tus compañeros de trabajo. Ten presente que, no solo trabajamos por dinero, lo hacemos también por el reconocimiento, y ese no se paga con monedas. Para poder conseguirlo te aconsejo generar una propuesta de valor, bien estructurada y fundamentada en los 5 preceptos de vida para tu mejor versión.
De cierre:
Deja que otros se equivoquen, que no le den el valor real a su trabajo y su marca personal. En tus manos no estará la posibilidad de evitar que abusen de ellos, pero si, la de no permitir que eso se repita con vos. Por eso te invito a ser distinto, a trabajar de manera diferente, sabiendo que algún día, me lo vas a agradecer. En ese preciso instante, tu compromiso será el de transmitir este mensaje, a quien lo necesite, cómo lo he hecho hoy con vos. Para que cada vez seamos más los que luchemos por un trabajo digno y en equidad.
Cómo bien te podés dar cuenta, no es tan fácil saber cuánto vale el trabajo de tu marca personal. Pero si analizas tu mercado, seguís las recomendaciones, amas lo que haces; vas a llegar a encontrar el valor justo para vos y tus clientes.
